El
Gobierno del Partido Popular parecía estar en el cielo consiguiendo
el apoyo del PNV, pero no pasaba 48 horas, que salía la sentencia de
la Gürtel. Todos los partidos políticos tenian claro que después
de la sentencia no podía continuar Mariano Rajoy como Presidente del
Gobierno.
Nadie
esperaba lo que a día de hoy pasaba, Pedro Sánchez se convierte en
presidente del gobierno con el apoyo de los partidos catalanes,
vaacos y todas las confluencias con Podemos.
Aquel
hombre que fue expulsado de su partido, aquel hombre que se fue para
no apoyar la investidura de Rajoy, el que ganó las primarias contra
todo el PSOE y los medios de comunicación, resucitó de entre las
cenizas para llevar a cabo el gobierno del cambio.
Aunque
la gran mayoría hoy tenemos una sonrisa en nuestra cara, esto es
solo el comienzo y no lo tendrá fácil.
El
presidente Sánchez tendrá que ser valiente y afrontar sin miedo
todo lo que venga. Abrir el diálogo con Cataluña dejando de lado la
judicialización, retirar la reforma laboral, eliminar los puntos
polémicos de la conocida ley Mordaza, estirar la manta de la
amnistía que hizo a medida el PP...
En
definitiva, regenerar la vida política, limpiar todo aquello que
manchó el Partido Popular con la corrupción. Todo esto no saldrá
sin la ayuda y poniendo todos los partidos de su parte. Debemos de
ser realistas, es un tiempo de transición en el debería de servir
para recordar a la clase obrera porque es mejor que gobierne la
izquierda, de esta manera podremos interrumpir la victoria de
Ciudadanos o un gobierno en coalición de la derecha PP-Naranjas.